El GIA fue establecido en 1931 como recurso educativo sin fines de lucro para la industria de piedras preciosas y la joyería. El GIA está comprometido a asistir tanto a la industria como al público consumidor para comprender el mundo dinámico de la gemología, a través de su amplia red de programas educativos y servicios. Brinda a los joyeros herramientas de conocimiento y capacitación para servir mejor a los consumidores. De este modo, el GIA aspira a promover la integridad de la industria y asegurar la confianza del público.

En los años 50’, el GIA desarrolló el primer sistema de clasificación de diamantes aceptado internacionalmente. Este sistema ofrece opiniones imparciales acerca de la calidad de los diamantes pulidos al aplicar criterios uniformes en su clasificación. El GIA introdujo el primer informe de clasificación de diamantes que utiliza este sistema para establecer la norma para la documentación de calidad de diamantes en todo el mundo.

Para conservar su posición como árbitro imparcial de las normas en la clasificación de diamantes y la identificación de piedras preciosas, el GIA se abstiene de toda participación en la compra, venta o evaluación de piedras preciosas y joyas. A lo largo de sus 67 años de historia, el Instituto ha conservado una política de ética muy estricta y mantiene este código, el que le ha protegido y realzado su reputación a través de las décadas. En efecto, el GIA no compite con el comercio de piedras preciosas y joyas, lo que le permite cumplir con su misión sin fines de lucro y servir eficazmente al público en general.